Muchos somos los que hemos vivido esta dulce experiencia, la que ha marcado imborrables recuerdos. Muchos, de sólo nombrar a este querido personaje, ya saboreamos el rico sabor de aquellos algodones probados alguna vez.
Es común encontrarnos con ellos en parques y plazas de nuestra ciudad, rodeados siempre de una gran cantidad de niños, pequeños clientes, que, cautivados por el color, insisten a sus padres por la compra de uno de estos algodones, muchas veces de un tamaño casi imposible, para ellos, de portar, pero ésta también es una de las gracias de estos productos, pues el consumirlos se convierte en una de las más entretenidas experiencias.
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| Exif: 1/100seg. ; f/6,3; 55mm; ISO 100; 0 EV; ILUMINACION: día soleado] |
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